martes, 28 de abril de 2009

Por obvias razones...

Pues ya no nos queda de otra, y ante el cierre total de todo comercio en el DF, y ante la huida hacia el mar (donde la vida es mas sabrosa), es áltamente probable que este jueves de que pinche tino tengo se vea cancelado, a menos que me anime a salir el jueves en Xalapa donde, seguro no habrá tanta gente desconocida, pero algo puedo intentar.
Candy
Saludos a todos, no dejen de escribir y la siguente semana, si ya nos abrieron de nuevo los bares, les estaremos contando una aventura mas del staff de que pinche tino tengo.

viernes, 24 de abril de 2009

Mojito Room



Esta vez no hubo precopeo y decidimos llegar a las 10 al Mojito Room de la Condesa. Llegamos justo a la mitad de la clase de Salsa y, tomen nota, los jueves las chicas entran gratis y los chicos pagan un cover de $100.

Ahí pedimos los primeros tragos y nos dedicamos a observar la clase. Resulta que, como todo lugar de este tipo que ofrece clases de salsa, siempre hay un individuo (de preferencia cubano) frente a todos, que cuenta y cuenta y hace movimiento mientras todo mundo abajo se hace bolas tratando de seguir sus pasos. Creo que no hay nada mas divertido que estar en tu mesa mientras eso pasa. Puedes observar como la gente se hace bolas, como de repente le agarran la onda al paso y sonríen ampliamente celebrando su triunfo, y como hay quien sólo se la pasa volteando a todos lados, perdido en el movimiento de pies, con la firme convicción de que están haciendo su mejor esfuerzo.

La clase duró un buen rato, y después de la salsa vino la clase de bachata que , para mi gusto, estuvo bastante chafita. Por supuesto mientras eso pasaba, el grupo que toca en vivo empezó a acomodar sus instrumentos y a nosotros se nos cocían las habas por pararnos a bailar. Por fin empezó el grupo a tocar, no sin antes el preámbulo del Dj que nos recordó aquellos viejos tiempos en dónde abrían pista en los centros nocturnos.

Después de la primera canción todo mundo a la pista a bailar y seguro todos íbamos a lo mismo. Veías a la gente que tomó la clase muy concentrada tratando de aplicar lo aprendido minutos antes, así como gente cuyo único objetivo era ir a levantar polvo bailando.
La sensación fue la morenaza de fuego, una chica alta con cabello súper abundante y rizado que estaba con el grupo y su función en el espectáculo era solo mover las caderas, agarrarse el pelo de forma sexy y contonea todo su voluptuoso ser al compás de la música.

Tuvimos una gran discusión sobre si había mas hombres que mujeres en el lugar, y por supuesto llegaban grupos de varias chicas con un solo chico, que nuestra teoría apuntaba a que era el único amigo que bailaba y por eso las llevaba a todas a bailar. También había pequeños grupos de hombres ya grandes que solo iban a ver a las chicas bailar, porque nunca se pusieron las pilas para sacar a alguien a la pista.

En la mesa vecina a nosotros había 2 chicos y una chica, cosa un poco incómoda para ellos porque cada vez que uno de ellos se iba a bailar con la chica, el otro se quedaba solo. Razón por la cuál fueron los blancos perfectos para nuestra misión, así que en la primera oportunidad invitamos al que se quedo sólo a la mesa. Se llamaba Agustín y venían del trabajo a celebrar el cumpleaños del otro chico que se llamaba Luis. Dicho y hecho, regresó la pareja en la pista, cambiaron de lugares y ahora tuvimos la oportunidad de platicar con Luis, el cumpleañero, con el cual brindamos por sus 32 años. Debo decir que, después de bailar con uno de ellos y platicar con Agustín y Luis, nunca supimos ni como se llamaba la chica, ya que ella fue a bailar y a eso se dedicó toda la noche. Al parecer los tres trabajaban en cosas de software y Rodrigo y Liliana ya estaban casi armando negocio con ellos.

Después de varias copas de vodka tonic, bailar como enanos y de que nos prendieron la luz a las 2:30 de la mañana, todo parecía indicar que era la hora de partir, así que nos retiramos de la Condesa a nuestras casas, felices por haber bailado tanto y haber pasado un jueves muy divertido.

lunes, 20 de abril de 2009

Wicked Pub

Este jueves fuimos a un lugar que, si bien no todos habíamos ido alguna vez, al menos sabíamos en donde estaba. Con una pequeña comitiva y un nuevo miembro en los jueves de ¡qué pinche tino tengo! llegamos por ahí de las 11:00 de la noche al Wicked Pub que está sobre Insurgentes Sur en San Ángel. Dejamos el auto con el valet y ya que no sabíamos si había lugar para fumar, todos prendimos un cigarro antes de entrar. Cada día estoy más convencida de que lo que logrará esta nueva ley es solamente mas colillas en el piso, ya que casi ningún lugar tiene un espacio adecuado para que disfrutes tu cigarro en lo que sales a fumar ni un espacio para que dejes las colillas.

Mientras bailábamos en la acera al ritmo de lo poco que alcanzábamos a escuchar y esperábamos a terminar nuestros cigarros, salió un mesero del Wicked a preguntarnos si íbamos a entrar. Después de explicarle que esa era la idea, pero teníamos que esperar a que nos termináramos nuestro cigarro, nuestro santo patrono del humo y el tabaco apareció de nuevo y resulta que hay área para fumar, así que el mesero nos llevo a lo que sería nuestra mesa durante el resto de la noche.

Después de pedir una botella de whisky para todos, llegó el primer trago raro a la mesa a petición de uno de los miembros del staff de que pinche tino tengo, lo que nos enseña que no es opción ir al baño y decirle a Karla que les pida lo que quiera, porque entonces pregunta cuál es la cosa mas fuerte que tienen y eso es lo que te traen. Total que después de ver que a una copa con algo verde le prendieron fuego y se lo tuvo que tomar Mariana, ni ganas de pedir cosas raras.

Jose, la integrante mas reciente del staff, hacía amigos y migas con los meseros y la mesa de enfrente. En ese tiempo seguían desfilando tragos raros cortesía de la casa para Mariana y Jose, mientras los demás moríamos de la risa con las caras que hacían y la reiterante afirmación de ambas de: ¡a mi estas cosas no me hacen nada!.

El lugar tiene un gran hit para visitarlo los jueves: El grupo. Resulta que los jueves un grupo toca Rock de los 60’s y 70’s . En mi opinión, y probablemente sea unánime con todos los que fuimos ese día, tocan ¡in.cre.í.ble! Por supuesto nos la pasamos cantando con ellos, aunque por estar en la terraza de fumadores no se escuchaba tan fuerte como cada vez que entrabas al baño (cosa favorable de estar afuera), pero el volumen afuera era el adecuado, te dejaba platicar, cantar mientras alguien te platicaba, pedirle al mesero cosas sin que se equivocara por no escuchar bien… en fin. Un muy buen repertorio, muy buenos músicos tocando y sobre todo, el mood de Rock de esa época. El grupo esta formado por gente probablemente de ese tiempo que no ha perdido el espíritu rockero. Grandes atuendos, matas largas con canas y toda la experiencia irrefutable que el tiempo les puede dar.

sábado, 11 de abril de 2009

Romeo & Julieta

Semana Santa no fue un impedimento y el jueves de ¡qué pinche tino tengo! pudo seguir a pesar de que el staff se vió mermado por salidas vacacionales y que ésta ciudad está prácticamente muerta por los devotos católicos mexicanos.

Este jueves fuimos a un canta bar llamado Romeo & Julieta que se encuentra en Insurgentes Sur, a media cuadra del Parque Hundido. Un lugar bastante pequeño, con algunos sillones amplios y mesas bajas, pero agradable. Cuando llegamos no había tanta gente, a la mucho unas 6 mesas y la nuestra que contaba con 9 elementos dispuestos a dar todo en el escenario. Por supuesto lo primero que hicimos fue dividir esfuerzos, mientras un equipo se preocupaba por los tragos, el otro pidió las carpetas con las canciones para empezara a hacer nuestra lista.

Hay una variedad bastante amplia de canciones, pero si debemos decir que, contrario a lo que estamos acostumbrados, ellos ordenan sus carpetas por discos, y eso hace un poco difícil la búsqueda de canciones que de antemano sabemos nos salen rete bien.

Ahora si, ya con papelitos y tragos, sólo nos tocaba esperar nuestro turno para subir al escenario, y en esa espera todos nos percatamos que un gran fan de Elvis, con patillas y todo, estaba sentado sólo frente a nuestra mesa, lo cual lo hacia un candidato perfecto para ser el extraño elegido al que le íbamos a hablar. El primer contacto fue muy sencillo ya que la pregunta era obligada.

- ¿vienes solo o esperas a alguien?
- No, vengo sólo
- ¿Y siempre vienes sólo al karaoke? Porque yo pensaría que este es un lugar a donde vienes con una buena banda para animarte a cantar
- Pues generalmente vengo solo.
- Ah! Genial. Yo no me atrevería a hacerlo

Y después de breves frases cruzadas lo invitamos a nuestra mesa, que no debe ser nada sencillo sentarte en una mesa de 9 e intentar aprenderte los nombres entre ruido, brindis constantes y gente al pendiente de la canción que sigue.

Nuestro nuevo amigo se quedó ahí por un tiempo, paso a cantar una canción y toda la mesa aplaudió con cortesía, y después de una segunda canción se llevó su trago y se fue sin despedirse. Al parecer no le caímos muy bien o simplemente no creyó que fuéramos gente digna de conocer. Lo que haya sido, definitivamente no todo mundo tiene el humor de conocer gente nueva todos los dias.

Por otro lado, nuestro paso por el karaoke fue trágico, ya que después de que veíamos que la misma chica, que ademas cantaba canciones horribles y al parecer su show era bailar, nuestro grupo solo pudo cantar 3 canciones, Bastante poco para un grupo grande y que iba con toda la intención de apañar el escenario.

Nuestra teoría es que tienen clientes consentidos, que si bien no van todos los fines de semana, al menos son mucho mas frecuentes que nosotros, y esa pequeña preferencia hace que no la pases tan bien ya que, insisto e insistiré, la onda de ir al karaoke es poder cantar al menos unas 3 canciones ¿no creen?

Al final probablemente la idea es llegar mucho mas temprano y así poder pasar mas veces al escenario.

Después de que, cómo en todo lugar ahora, aplican la de “la barra se cierra por ley”, pues nos salimos de ahí relativamente temprano, con todas la ganas de cantar y seguir la fiesta, pero con este gobierno “paternalista” (cómo suele decir un miembro del staff) no hay manera ni de fumar en lugares cerrados, ni de seguir la fiesta después de las 2:30, ni de comprar alcohol en las tiendas 24 horas para seguir la fiesta después de las 12:00.