miércoles, 3 de junio de 2009

Estadio Olímpico Universitario




Esta vez, debido a causas de fuerza mayor (léase final del torneo de clausura 2009 de la 1ª división del futbol mexicano) en vez de salir a algún bar de la ciudad de México, nos fuimos al Estadio Olímpico Universitario, qué por cierto se colocó la primera piedra el 7 de Agosto de 1950 y después de 2 años fué inaugurado el 20 de noviembre de 1952. En ese entonces, el presidente era Miguel Alemán y el rector de la Universidad Luis Garrido.

El estadio tiene todo su encanto, y ya con pasar por Insurgentes y ver ondear las banderas a mi se me pone la piel chinita, pero por supuesto, yo soy PUMA. La cita era a las 8 de la noche justo en las astas. Ahí no veríamos todos tomar nuestros boletos e ingresar al estadio, porque deben saber que, una vez que entras, es casi imposible encontrar a alguien, entre que las líneas del celular están saturadas y es un mundo de gente, si no logras ponerte de acuerdo desde antes se vuelve una verdadera travesía.

Desde que estaba en las astas esperando a la banda, empezó una ligera brisa que hizo que me diera cuenta que ir de jeans no era tan buena idea. Ya unos amigos nos esperaban adentro apartando lugares, y ya reunidos los que faltábamos y después de algunas instrucciones con las que se suponía íbamos a dar muy rápido con ellos, decidimos entrar al estadio, no sin antes la clásica “manoseada” en busca de cinturones, encendedores o cualquier tipo de objeto que nuestro cuerpo policial considere “de riesgo”.

Cómo ya les mencioné, las instrucciones eran claras: Entran por la puerta 5, y estamos a 4 filas antes del primer pasillo. ¡No había pierde! En realidad eran instrucciones claras y precisas. Empezamos a buscar la puerta 5 y para nuestra sorpresa y para beneficio de Morphy y su gran habilidad para encontrarle lo malo a las cosas, justo cuando estábamos llegando a la puerta 5 la cerraron y colocaron un letrero que decía “cupo lleno”. Pues ni modo, a caminar a la puerta 6 y al ver que todo mundo hacía lo mismo, decidimos que la estrategia era correr a la puerta 6. Ya por fin, una vez dentro del estadio estaba la primera travesía – encontrar a nuestros amigos -. Yo estaba casi segura que no lo íbamos a lograr, por afortunadamente, y ya con un poco de lluvia, llegamos a dónde estaban apartándonos lugares.

Para este momento la lluvia empezaba a arreciar, pero toda parecía algo leve y fácil de soportar. Ya en nuestros lugares la siguiente cosa importante era saber a qué hora empezaba la venta de alcohol, no es porque el alcohol sea algo importante en nuestra vidas, pero ir al estadio sin chela seguro no es vivir la “experiencia completa”. Apareció un letrero en la pizarra atrás de nosotros que daba el agradable anuncio de que la venta empezaba a las 8:30. Aquí venia la segunda encomienda del día: encontrar chelas.

Los “chelas chelas” pasaban y pasaban u nadie nos vendía cerveza, así que un señor que vendía frappes nos dijo que el nos la conseguía, así que se lanzó en la búsqueda de las chelas perdidas y logró conseguirnos nuestra primera ronda mientras nosotros cuidábamos su charolita de café. Por supuesto, con su respectiva alta propina.

Para este momento ya teníamos una lluvia torrencial encima. Por el pelo nos escurría un mar de agua, pero la emoción de estar en la final hacía que el frío fuera soportable.
Y de la nada, y ya con todo mundo dentro de la cancha, apagaron las luces del estadio y se dejó escuchar el himno universitario. No voy a mentir, pero cada vez que lo escucho y que después suena un Goya al unísono en todo el estadio, es como cargar las pilas, es una energía maravillosa, que aunque no sean fanático del fútbol o ese no sea tu equipo, seguro te inyecta de buena vibra. Algo pasa que el corazón empieza a palpitar mas rápido, se te enchina la piel y la euforia se empieza a apoderar de tu cuerpo.

El partido empezó y la lluvia empezó a disminuir ya casi al final del primer tiempo. Las chelas se terminaron mucho más rápido de lo que habíamos imaginado, así que sólo nos pudimos tomar una durante todo el partido. Ya que ningún “chelas chelas” se acercaba a nosotros y todos lo que llegaban ya tenían las chelas apartadas, decidí empezar la búsqueda de las chelas perdidas. Creo que es la primera vez que no lo logro. No quedaba ni una sola chela en la planta de abajo, y por mas vueltas que dimos, solo encontramos negativas frente a nosotros.
Una vez que la lluvia cesó y todos estábamos hechos una sopa, empezó un ligero viento que hizo que todos nos estremeciéramos de frío en nuestros lugares. No hay nada comparable con la sensación de euforia al combinar un frío que bajo otras condiciones sería insoportable y ver que tu equipo va ganando el encuentro.

El encuentro acabó con un gol a favor de lo PUMAS que al final le dio el campeonato. Todos los asistentes acabamos empapados pero felices, con las gargantas desgarradas de tanto gritar GOYAS.

En serio, no pueden perderse ésta experiencia. Después de muchos años sigo creyendo que lo que puedes vivir en un estadio, independientemente de tu pasión o falta de pasión por el fútbol, es algo que todos deberían experimentar, pero con la pasión sumada, eso es un éxtasis.

jueves, 28 de mayo de 2009

Hoy no sabemos en dónde nos veremos...

Cómo ya sabrán, hoy la afición PUMA estará ampliamente ocupada en el Estadio Olímpico Universitario en CU.

Ya que Paco y yo estaremos en el Estadio, el jueves de ¡QUÉ PINCHE TINO TENGO! empezará en la tribuna y al terminar nos moveremos a algún lugar dependiendo de las condiciones anímicas, de tráfico y climáticas.

La cita es a las 9 de la noche, y dudo mucho que nos encontremos por ahi porque seguro habrá muchísima gente, pero estén al pendiente a traves de Twitter por si quieren acompañarnos a celebrar u olvidar (pase lo que pase) el partido.

Saludos a todos
Candy

www.twitter.com/candyfg
www.twitter.com/solsona

viernes, 22 de mayo de 2009

El Imperial


Tenía ya un buen tiempo que escuchaba referencias sobre El Imperial, también por ahí promos de bandas que anunciaban su tocada en ese lugar. La verdad es que era un lugar que me llamaba la atención desde hace un buen rato, pero nunca había encontrado un buen pretexto para ir, o tarde me acordaba de algún evento que ya se había anunciado. Es por eso que no encontré mejor pretexto que los jueves de ¡Qué Pinche Tino Tengo! para conocer El Imperial.

Se rumoraba que era un lugar bastante agradable y con buena música, así que después de mi intento fallido por juntar a la banda el jueves pasado, este jueves se unieron al plan Vaz y Paco y después de las tardes lluviosas que hemos vivido en esta ciudad decidimos reunirnos en casa de ambos para movernos a El Imperial.

Esta vez no hubo precopeo así que nos movimos alrededor de las 10:30. Al llegar, y después de dejarle “La Cheyenne” al individuo encargado del Valet Parking nos movimos a la puerta. Ahí nos recibió el típico monito que vive en la puerta y nos pregunto:

- ¿Vienen a ver a la banda? –

Pregunta que se me hacía un poco rara porque ¿cómo? ¿si no iba a ver a la banda no me dejaban entrar?... en fin. Por supuesto respondimos que no sabíamos que iba a haber una banda así que preguntamos quien iba a estar, a lo que el tipo, súper amable (y léase con un tono sarcástico) nos dijo:

-Pues ahí dice – y señaló hacia un letrero que se encontraba arriba del pabellón que tapaba la entrada.

Ya que vimos que el nombre de la banda no se nos hacía familiar y tratábamos de entender que estaba pasando, nos acercamos de nuevo a la puerta y teníamos a un nuevo monito frente a nosotros.

Yo creo que el se dió cuenta de que no entendíamos como funcionaban las cosas en ese lugar, pero ahí les va para cuando quieran ir:

Resulta que El Imperial esta dividido en 2 pisos, la planta baja es en donde está el escenario, y si hay un grupo el cover es parejo para hombres y mujeres. Este jueves el cover era de $100. También esta la opción de que subas a la planta alta en donde no escuchas a la banda, pero hay un DJ y el cover es solo para los hombres, que también era de $100. Si decides ir arriba o abajo no puedes cambiar de opinión después y ambas partes del lugar quedan incomunicadas, hasta que acabe de tocar la banda, y ya abren las puertas para que puedas moverte en todo el lugar a diestra y siniestra.

Ya con esta explicación nos quedó muy claro que nuestra decisión era unánime y decidimos pasar al piso de arriba. La ambientación particularmente me encantó, y después de que Vaz me dijo que lo superara mas de 5 veces, no puedo negar que estaba enamorada del papel tapiz de las paredes y las lámparas que estaban empotradas en las paredes. Al centro del lugar y justo frente al DJ hay una estructura muy peculiar: es un cilindro alto que funciona como mesa y en las paredes tiene un material parecido al de un sillón. La parte superior del cilindro funcionaba como mesa y justo en el centro lo atravesaba un tubo que llegaba hasta el techo.

Para no variar ni perder la costumbre, logramos sentarnos muy cerca de la barra y ahí pedimos los primeros tragos: chela, whisky y vodka. La platica de esta noche fue bastante peculiar, de alguna manera hablamos de tantas cosas tan diferentes y mientras esto sucedía no podíamos dejar de escuchar la música con un volumen extremadamente alto. Debo decir que a lo largo de la noche sólo escuche 3 o 4 canciones que me gustaban, de ahí en fuera la música fue calificada por los 3 como mala. Se convirtió en un “punchis punchis” muy monótono.

Hay toda clase de gente en el lugar, por ahí llegó Randy de Molotov y el Chá de Fobia a pasar lista y saludar a todo mundo igual que lo hacía casi cada persona que llegaba. Por lo visto es un lugar donde la gente es muy familiar y se reúnen a menudo los mismos.

Al salir del lugar pasamos por la planta baja y creo que tomamos una buena decisión al no ver al grupo, porque por lo poco que logramos escuchar no eran para nada lo que queríamos escuchar toda la noche.

Ésta vez no conocimos a ningún extraño, en parte la disposición del lugar y la música alta no lo hacían una tarea fácil y por otra parte los ánimos se han visto un poco mermados por los escasos resultados que han salido de este experimento. Tenía un plan maquiavélico para hablarle a los que estaban junto a nosotros, pero en el momento en el que la música había bajado el volumen y yo estaba dispuesta a platicar con ellos, se movieron de lugar.

Aún no logro encontrar la buena estrategia y creo que hay que experimentar mucho mas de lo que pensaba para que la gente entienda que no está mal hablarle a un extraño. Si alguien tiene idea, en serio serán bienvenidas.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Salón Malafama


Después del enclaustramiento obligatorio por culpa de la influenza, este jueves por fin levantaron la alerta sanitaria y pudimos seguir con nuestros jueves de ¡qué pinche tino tengo!, así que después de averiguar un poco que lugares iban a abrir y cuales lo hacían hasta el viernes, decidimos movernos a un billar bastante conocido en la Condesa llamado Salón Malafama.

Dado que son las nuevas reglas, nos recibieron como niños de Kinder con un gel antibacterial y poniendo un poco en nuestras manos para que entráramos sin problemas. Poco faltó para que revisaran si nos habíamos lavado bien las manos, pero bueno, entre si son peras o manzanas, no nos queda de otra mas que seguir las reglas hasta que esto de los bichos este completamente bajo control.

El lugar es bastante agradable y la decoración incluye una exposición fotográfica de deportistas increíblemente buena. A la entrada del lugar hay mesas junto a la barra y al final están las mesas de billar. Las mesas están en muy buen estado y el espacio es suficiente para que no estés jugando prácticamente con los que están junto a ti.
Al llegar pedimos nuestra mesa y la carta, y para nuestra sorpresa pasaron dos cosas que no fueron de todo nuestro agrado: 1) solo hay cerveza y vino y 2) no aceptaban tarjetas. Dadas estas circunstancias, pues pedimos agua de tamarindo, un par de cervezas y una botella de vino. También se nos antojó cenar y probamos las pizzas y la hamburguesa. La pizza fue bastante buena y la hamburguesa no estaba nada mal.

Por supuesto este lugar no tiene espacio para fumar, así que tienes que salir a la banqueta. Y ahí fue donde se comprobó que la gente no esta lista para que algún extraño les hable. Resulta que ya en la banqueta se acercó alguien a pedir un encendedor, ninguna de las chicas traía encendedor, así que todas dijeron:
- no tenemos pero él tiene –
señalando al único hombre que estaba fumando afuera y que efectivamente era dueño del encendedor. El chico preguntó que si no querían prestárselo porque no estaba guapo, a lo que el dueño del encendedor contesto que a él si se le hacía guapo… ¡¡grave error!! El tipo se sacó mucho de onda, no sabemos si se ofendió, pero se fue. ¿Por qué se fue? Pues porque su integridad seguro no esta tan íntegra donde le molesta o le saca de onda que otro hombre, sin afán de conquistarlo, diga que tiene buen ver.

Después de la anécdota y de varias horas de juego decidimos dejar la mesa de billar y movernos a una de las mesas que están junto a la barra para terminar nuestros tragos. Ahí hay muchas parejas o grupos jugando dominó, lo que hace prácticamente imposible seguir con nuestro plan de hablarle a un extraño, y menos después de la experiencia previa.

Definitivamente el lugar es bueno, el servicio increíble, la música que ambienta bastante buena y pese a que sólo había cerveza y vino nos la pasamos muy bien. Sin embargo, y después de una semana de descanso obligado, no fue el lugar adecuado si lo que quieres es conocer gente nueva.

jueves, 7 de mayo de 2009

¡¡HOY SI NOS VEMOS!!

¡¡HOLA TODO EL MUNDO!!

Ya que por fin se levantó la alerta epidemiológica y se ha permitido la reapertura de lugares de entretenimiento, hoy si nos vemos para el jueves de ¡¡QUÉ PINCHE TINO TENGO!!.

Dadas las condiciones extraordinarias en las que se han dado las cosas a lo largo de la semana, aun no hemos decidio el lugar, pero estén al pendientes para qué al rato se enteren por aqui en dónde estaremos.

martes, 28 de abril de 2009

Por obvias razones...

Pues ya no nos queda de otra, y ante el cierre total de todo comercio en el DF, y ante la huida hacia el mar (donde la vida es mas sabrosa), es áltamente probable que este jueves de que pinche tino tengo se vea cancelado, a menos que me anime a salir el jueves en Xalapa donde, seguro no habrá tanta gente desconocida, pero algo puedo intentar.
Candy
Saludos a todos, no dejen de escribir y la siguente semana, si ya nos abrieron de nuevo los bares, les estaremos contando una aventura mas del staff de que pinche tino tengo.

viernes, 24 de abril de 2009

Mojito Room



Esta vez no hubo precopeo y decidimos llegar a las 10 al Mojito Room de la Condesa. Llegamos justo a la mitad de la clase de Salsa y, tomen nota, los jueves las chicas entran gratis y los chicos pagan un cover de $100.

Ahí pedimos los primeros tragos y nos dedicamos a observar la clase. Resulta que, como todo lugar de este tipo que ofrece clases de salsa, siempre hay un individuo (de preferencia cubano) frente a todos, que cuenta y cuenta y hace movimiento mientras todo mundo abajo se hace bolas tratando de seguir sus pasos. Creo que no hay nada mas divertido que estar en tu mesa mientras eso pasa. Puedes observar como la gente se hace bolas, como de repente le agarran la onda al paso y sonríen ampliamente celebrando su triunfo, y como hay quien sólo se la pasa volteando a todos lados, perdido en el movimiento de pies, con la firme convicción de que están haciendo su mejor esfuerzo.

La clase duró un buen rato, y después de la salsa vino la clase de bachata que , para mi gusto, estuvo bastante chafita. Por supuesto mientras eso pasaba, el grupo que toca en vivo empezó a acomodar sus instrumentos y a nosotros se nos cocían las habas por pararnos a bailar. Por fin empezó el grupo a tocar, no sin antes el preámbulo del Dj que nos recordó aquellos viejos tiempos en dónde abrían pista en los centros nocturnos.

Después de la primera canción todo mundo a la pista a bailar y seguro todos íbamos a lo mismo. Veías a la gente que tomó la clase muy concentrada tratando de aplicar lo aprendido minutos antes, así como gente cuyo único objetivo era ir a levantar polvo bailando.
La sensación fue la morenaza de fuego, una chica alta con cabello súper abundante y rizado que estaba con el grupo y su función en el espectáculo era solo mover las caderas, agarrarse el pelo de forma sexy y contonea todo su voluptuoso ser al compás de la música.

Tuvimos una gran discusión sobre si había mas hombres que mujeres en el lugar, y por supuesto llegaban grupos de varias chicas con un solo chico, que nuestra teoría apuntaba a que era el único amigo que bailaba y por eso las llevaba a todas a bailar. También había pequeños grupos de hombres ya grandes que solo iban a ver a las chicas bailar, porque nunca se pusieron las pilas para sacar a alguien a la pista.

En la mesa vecina a nosotros había 2 chicos y una chica, cosa un poco incómoda para ellos porque cada vez que uno de ellos se iba a bailar con la chica, el otro se quedaba solo. Razón por la cuál fueron los blancos perfectos para nuestra misión, así que en la primera oportunidad invitamos al que se quedo sólo a la mesa. Se llamaba Agustín y venían del trabajo a celebrar el cumpleaños del otro chico que se llamaba Luis. Dicho y hecho, regresó la pareja en la pista, cambiaron de lugares y ahora tuvimos la oportunidad de platicar con Luis, el cumpleañero, con el cual brindamos por sus 32 años. Debo decir que, después de bailar con uno de ellos y platicar con Agustín y Luis, nunca supimos ni como se llamaba la chica, ya que ella fue a bailar y a eso se dedicó toda la noche. Al parecer los tres trabajaban en cosas de software y Rodrigo y Liliana ya estaban casi armando negocio con ellos.

Después de varias copas de vodka tonic, bailar como enanos y de que nos prendieron la luz a las 2:30 de la mañana, todo parecía indicar que era la hora de partir, así que nos retiramos de la Condesa a nuestras casas, felices por haber bailado tanto y haber pasado un jueves muy divertido.

lunes, 20 de abril de 2009

Wicked Pub

Este jueves fuimos a un lugar que, si bien no todos habíamos ido alguna vez, al menos sabíamos en donde estaba. Con una pequeña comitiva y un nuevo miembro en los jueves de ¡qué pinche tino tengo! llegamos por ahí de las 11:00 de la noche al Wicked Pub que está sobre Insurgentes Sur en San Ángel. Dejamos el auto con el valet y ya que no sabíamos si había lugar para fumar, todos prendimos un cigarro antes de entrar. Cada día estoy más convencida de que lo que logrará esta nueva ley es solamente mas colillas en el piso, ya que casi ningún lugar tiene un espacio adecuado para que disfrutes tu cigarro en lo que sales a fumar ni un espacio para que dejes las colillas.

Mientras bailábamos en la acera al ritmo de lo poco que alcanzábamos a escuchar y esperábamos a terminar nuestros cigarros, salió un mesero del Wicked a preguntarnos si íbamos a entrar. Después de explicarle que esa era la idea, pero teníamos que esperar a que nos termináramos nuestro cigarro, nuestro santo patrono del humo y el tabaco apareció de nuevo y resulta que hay área para fumar, así que el mesero nos llevo a lo que sería nuestra mesa durante el resto de la noche.

Después de pedir una botella de whisky para todos, llegó el primer trago raro a la mesa a petición de uno de los miembros del staff de que pinche tino tengo, lo que nos enseña que no es opción ir al baño y decirle a Karla que les pida lo que quiera, porque entonces pregunta cuál es la cosa mas fuerte que tienen y eso es lo que te traen. Total que después de ver que a una copa con algo verde le prendieron fuego y se lo tuvo que tomar Mariana, ni ganas de pedir cosas raras.

Jose, la integrante mas reciente del staff, hacía amigos y migas con los meseros y la mesa de enfrente. En ese tiempo seguían desfilando tragos raros cortesía de la casa para Mariana y Jose, mientras los demás moríamos de la risa con las caras que hacían y la reiterante afirmación de ambas de: ¡a mi estas cosas no me hacen nada!.

El lugar tiene un gran hit para visitarlo los jueves: El grupo. Resulta que los jueves un grupo toca Rock de los 60’s y 70’s . En mi opinión, y probablemente sea unánime con todos los que fuimos ese día, tocan ¡in.cre.í.ble! Por supuesto nos la pasamos cantando con ellos, aunque por estar en la terraza de fumadores no se escuchaba tan fuerte como cada vez que entrabas al baño (cosa favorable de estar afuera), pero el volumen afuera era el adecuado, te dejaba platicar, cantar mientras alguien te platicaba, pedirle al mesero cosas sin que se equivocara por no escuchar bien… en fin. Un muy buen repertorio, muy buenos músicos tocando y sobre todo, el mood de Rock de esa época. El grupo esta formado por gente probablemente de ese tiempo que no ha perdido el espíritu rockero. Grandes atuendos, matas largas con canas y toda la experiencia irrefutable que el tiempo les puede dar.

sábado, 11 de abril de 2009

Romeo & Julieta

Semana Santa no fue un impedimento y el jueves de ¡qué pinche tino tengo! pudo seguir a pesar de que el staff se vió mermado por salidas vacacionales y que ésta ciudad está prácticamente muerta por los devotos católicos mexicanos.

Este jueves fuimos a un canta bar llamado Romeo & Julieta que se encuentra en Insurgentes Sur, a media cuadra del Parque Hundido. Un lugar bastante pequeño, con algunos sillones amplios y mesas bajas, pero agradable. Cuando llegamos no había tanta gente, a la mucho unas 6 mesas y la nuestra que contaba con 9 elementos dispuestos a dar todo en el escenario. Por supuesto lo primero que hicimos fue dividir esfuerzos, mientras un equipo se preocupaba por los tragos, el otro pidió las carpetas con las canciones para empezara a hacer nuestra lista.

Hay una variedad bastante amplia de canciones, pero si debemos decir que, contrario a lo que estamos acostumbrados, ellos ordenan sus carpetas por discos, y eso hace un poco difícil la búsqueda de canciones que de antemano sabemos nos salen rete bien.

Ahora si, ya con papelitos y tragos, sólo nos tocaba esperar nuestro turno para subir al escenario, y en esa espera todos nos percatamos que un gran fan de Elvis, con patillas y todo, estaba sentado sólo frente a nuestra mesa, lo cual lo hacia un candidato perfecto para ser el extraño elegido al que le íbamos a hablar. El primer contacto fue muy sencillo ya que la pregunta era obligada.

- ¿vienes solo o esperas a alguien?
- No, vengo sólo
- ¿Y siempre vienes sólo al karaoke? Porque yo pensaría que este es un lugar a donde vienes con una buena banda para animarte a cantar
- Pues generalmente vengo solo.
- Ah! Genial. Yo no me atrevería a hacerlo

Y después de breves frases cruzadas lo invitamos a nuestra mesa, que no debe ser nada sencillo sentarte en una mesa de 9 e intentar aprenderte los nombres entre ruido, brindis constantes y gente al pendiente de la canción que sigue.

Nuestro nuevo amigo se quedó ahí por un tiempo, paso a cantar una canción y toda la mesa aplaudió con cortesía, y después de una segunda canción se llevó su trago y se fue sin despedirse. Al parecer no le caímos muy bien o simplemente no creyó que fuéramos gente digna de conocer. Lo que haya sido, definitivamente no todo mundo tiene el humor de conocer gente nueva todos los dias.

Por otro lado, nuestro paso por el karaoke fue trágico, ya que después de que veíamos que la misma chica, que ademas cantaba canciones horribles y al parecer su show era bailar, nuestro grupo solo pudo cantar 3 canciones, Bastante poco para un grupo grande y que iba con toda la intención de apañar el escenario.

Nuestra teoría es que tienen clientes consentidos, que si bien no van todos los fines de semana, al menos son mucho mas frecuentes que nosotros, y esa pequeña preferencia hace que no la pases tan bien ya que, insisto e insistiré, la onda de ir al karaoke es poder cantar al menos unas 3 canciones ¿no creen?

Al final probablemente la idea es llegar mucho mas temprano y así poder pasar mas veces al escenario.

Después de que, cómo en todo lugar ahora, aplican la de “la barra se cierra por ley”, pues nos salimos de ahí relativamente temprano, con todas la ganas de cantar y seguir la fiesta, pero con este gobierno “paternalista” (cómo suele decir un miembro del staff) no hay manera ni de fumar en lugares cerrados, ni de seguir la fiesta después de las 2:30, ni de comprar alcohol en las tiendas 24 horas para seguir la fiesta después de las 12:00.

viernes, 27 de marzo de 2009

Covadonga

Primero una disculpa a nuestro lectores (que seguro son un montón) por cambiar el lugar de la cita a la última hora. No tenemos una buena escusa, así que sólo pedimos una disculpa.

Este jueves fuimos a la Covadonga, una cantina en la colonia Roma que te recuerda sin problemas cualquier lugar popular en provincia. De esos lugares que tu guía de turistas dice que debes visitar. Es un lugar bastante amplio, sin lugar para fumar, con típicas mesas de cantina. La gente que va es de todo tipo: banda que va por una chela en lo que platica de algún negocio, señores que no querían quedarse en su casa y querían jugar dominó, intelectualosos que querían un lugar para discutir la obra de teatro, exposición, concierto, o película que acaban de ver.


Desde temprano el lugar esta prácticamente lleno, y conforme gente sale, gente entra, y siguen llegando a lo largo de toda la noche.

Es impresionante que a pesar de que no hay música ambiental en el lugar, el ruido de gente platicando, fichas de domino y platos en la mesa es tan alto que tienes que levantar la voz para que el que está junto a ti te escuche. Las bebidas son las típicas que puedes encontrar en una cantina, pero definitivamente la comida se llevó nuestros aplausos, y una amplia recomendación son las croquetas de la casa.

El ambiente es apto únicamente para ir a comer y tomar con tus amigos mientras platicas, ya que la distribución de las mesas , el deambular de los meseros y el constante flujo de gente hace que sea bastante difícil intentar platicar con desconocidos, aunque he de decir que en el lugar había varios conocidos, ya que al menos 3 personas se acercaron a saludar a alguno de nuestra mesa.

Hay algo que no logramos acomodar en estos días, definitivamente este no era el lugar para intentar socializar, pero si es un buen lugar para pasar el rato cotorreando con amigos. Independientemente de ese factor, creemos que aun no logramos aventurarnos a romper esquemas, a llegar a saludar sólo por saludar o al menos tener la intención de hacerlo. Este experimento ha sido mucho más difícil de lo que esperábamos, pero paso a paso… creemos que podemos lograrlo y al final lograr contagiar a la gente de esta sensación, sabiendo que, en contra de lo que nos decían nuestros padres, no está mal hablar con extraños.

Debido a problemas técnicos, no pudimos subir las fotos,
pero pronto estarán disponibles para esta entrada.

lunes, 23 de marzo de 2009

Maldición Gitana






“Si chupas el lunes, chupas toda la semana”… ésta es la maldición gitana.

El lunes pasado fue día de asueto, por lo que nos reunimos en casa del alguien para comer juntos y acompañar a algunos es su preparación para ir al concierto de Radiohead. En la comida abrimos un vinito, después nos tomamos unas chelas en la sobremesa y salió el comentario de la maldición gitana. Ya que todos tomamos el lunes estábamos predestinados a tomar toda la semana.

El martes fue día de San Patricio, así que qué mejor que celebrarlo en algún lugar con motivo Irlandés. Fuimos al The Cross South Tavern en Av. de la Paz y para nuestra sorpresa descubrimos que es mucha la gente que sale los martes. Por supuesto había desde chavitos hasta gente ya mayor tomándose unos fermentados de cebada en honor al santo patrono. Nuevamente, y dada nuestra adicción a la nicotina, tomamos una de las mesas de afuera para poder fumar. El lugar es pequeño pero bastante agradable. Hemos descubierto que nuestro vicio nos impide escuchar a las bandas en vivo, porque nuevamente la banda que tocaba dentro del lugar se escuchaba distorsionada en las mesas de afuera. Había chicas Jägermeister regalando shots en tubo de ensaye, todo mundo traía algo verde alusivo al día de San Patricio y el ambiente estaba bastante prendido para ser martes. Nos la pasamos muy a gusto, quejándonos de mil cosas de la vida y con un mesero que al final nos ofreció una maravillosa cortesía en donde acabamos pagando algo como $125 por persona y nos tomamos al menos 2 tragos cada quien y pedimos botanas. Bastante generosa la cortesía.

Al día siguiente nos reunimos para cenar en Italianni’s y por supuesto tuvimos que pedir una chela o una copa de vino para acompañar la rica cena italiana.

El jueves, después de una deliciosa cena casera nuevamente acompañada de vino, nos dirigimos al Pata Negra. Un lugar bastante conocido en la Condesa en donde todos los días puedes encontrar reventón seguro. Llegamos como es nuestra costumbre, directo a la barra para pedir los primeros tragos de la noche, y en el escenario estaba un grupo llamado Zuck Atkakk. Bastante buenos, música electrónica con una mezcla de todo, que tenían a todo mundo bailando y bien prendidos. Esta parte es una galera con pocas mesas en forma de barra pegadas a la pared y mucho espacio para bailar. Cuando la banda acabó empezaron con música electrónica para que la gente no perdiera el mood y siguiera bailando. Nos pasamos a la parte trasera del lugar en donde hay mas mesas y un poco mas de aire. Ahí nos acabamos nuestros tragos y discutimos mas cosas sobre los jueves de que pinche tino tengo.

El objetivo es conocer gente nueva y nos hemos visto lentos en esa misión. Hablarle a un extraño y preguntarle su nombre no es suficiente, tenemos que aplicar nuestras habilidades de conversación para poder ampliar la red, y de la misma forma, si no sales con un número de teléfono de un nuevo amigo, al menos tener una plática diferente con alguien del lugar. Interrumpir en un círculo de gente ya hecho no es sencillo, y más si hay gente del sexo opuesto, ya que siempre piensan que la intención es ligar.

Aún no encontramos el argumento correcto, la frase que haga que la gente no sienta incómoda con nuestra intromisión… pero falta poco.

viernes, 13 de marzo de 2009

Noche de domino


Después de este jueves quedaron claras dos cosas:

1) la imperiosa necesidad de ampliar nuestras redes sociales
2) no hay mejor título que este para nuestro blog.

Este jueves fuimos a una partida de domino hogareña a la que fuimos invitadas. El domino no es lo nuestro, pero era una buena oportunidad para seguir con éste experimento de conocer gente nueva y hablarle a un extraño.

La imperiosa necesidad de ampliar nuestras redes sociales se ve enfatizada cuando llegas a una nueva casa y lo primero que te encuentras es que uno de los invitados es un conocido ¡¡demonios!! Uno menos en la lista de nuevos extraños por conocer.

El domino no fue la prioridad en esa reunión, pero nos la pasamos muy bien sentados en la mesa del comedor, compartiendo unos molletes que se veían deliciosos, algunas copas de vino y tequilas, escuchando historias y compartiendo anécdotas que de antemano sabemos hacen reír a la gente. En realidad no somos malas cuando se trata socializar con nueva gente, de hecho somos muy buenas conversadoras y sabemos hacer reír a la gente, así que después de mil anécdotas sobre nuestra vida en prácticas de campo, decidimos que era hora de terminar la reunión. Hablamos con varios conocidos, definitivamente es mucho más sencillo cuando estás en una reunión pequeña, pero cumplimos con la meta.

Los jueves de que pinche tino tengo ya no se limita a las noches, sino a una actitud que se debe manejar todo el día. Debes estar abierto a conocer nueva gente los jueves. Una de nosotras fue a comer a un rico restaurante con alguno de los compañeros del trabajo, y el mesero se portó increíble. En realidad tenía una personalidad encantadora que con sus múltiples bromas y comentarios hizo mucho más amena la comida.

Al salir del lugar y pagar la cuenta le dejó una tarjeta con su número de celular apuntado en ella. El mesero decidió averiguar de que se trataba y en la tarde le mando un mensaje tratando de saber quién era la que había dejado la tarjeta. Después de varios mensajes a lo largo de la tarde y de un juego divertido por invitarse a salir, se dio cuenta que aún no sabía el nombre de la persona con la que se había estado escribiendo.

Es algo que eventualmente debía averiguar, pero después de saber que el nombre de esta nueva persona era el mismo de la persona de la que ahora se quiere olvidar, no nos queda duda que no hay mejor título para este blog que ¡¡qué pinche tino tengo!!

martes, 10 de marzo de 2009

El Pasagüero






Para nuestra sorpresa éste jueves fue realmente concurrido, y acabamos siendo 6 personas las que nos dirigimos a los jueves de que pinche tino tengo. Después de un precopeo hogareño agradable llegamos al Pasagüero alrededor de las 11:00. La noche tenía un clima encantador y justo cuando nos disponíamos a sacar la foto oficial del segundo jueves en una de las calles del centro una pareja se nos acercó, no sabemos si habían leído las líneas anteriores de este blog y sabían que nuestra misión era hablarle a extraños ese día, pero nos pidieron salir en la foto.

Ya una vez en el lugar nos acercamos a la barra a pedir nuestras bebidas y quedamos impactadas porque uno de los chicos que servía los tragos tenía muy buen ver. Afortunadamente para nuestras salidas nocturnas, nuevamente encontramos un lugar con área para fumar. Al final del lugar hay una patio enorme en donde está la mayoría de la gente, pero en realidad no nos sentíamos tan apachurrados.

La música en vivo empezó a sonar y todo mundo entró de nuevo, por supuesto no podíamos quedarnos atrás así que entramos y nos encontramos con 3 chicos en el escenario. Uno en la consola y dos al frente en los micrófonos. El trío tenia un atuendo peculiar, jeans, tenis y una camisa de lentejuelas que no dejaba de brillar por la luces en el escenario. La primera canción nos sonaba familiar pero nadie atinaba que era lo que estábamos escuchando. Para nuestra sorpresa la banda se llama TROPIKAL FOREVER, y el concepto es así: toman una canción famosa, generalmente en inglés, hacen la música cumbia y le ponen letra en español. Fascinados y con todas las ganas de bailar nos la pasamos frente a la banda, cantando Mc Lovya, La pachanga, Cambiar de look, muriéndonos de la risa cada vez que escuchábamos los nuevos coros que habían compuesto para canciones que conocíamos de antaño, haciendo coros con ellos y brincando de un lado a otro. El bailongo duró poco más de una hora, y cada vez que el grupo se despedía, al unísono de “otra, otra” decidían quedarse una canción más.

El grupo terminó y se abrió pista con una canción que no escuchábamos desde que íbamos a las fiesta de XV años: El tiburón. Y de ahí para el real no nos sacaron de la pista, bailamos cómo locos, hicimos círculo y bailamos con extraños, pasamos desde la cumbia, el rap, hip hop, pop... ¡increíble!. Si de algo teníamos ganas era de bailar y fue algo que hicimos hasta morir.
Por supuesto no podíamos quedarnos sin hablarle al mesero, por lo que le dejamos nuestro teléfono para que si el siguiente jueves no tiene que trabajar, se una a los jueves de que pinche tino tengo. Por ahí un cubano se acercó a bailar con una de nosotras, pero la verdad es que para ser cubano no llevaba el ritmo en la sangre. Le hablamos al DJ de Tropikal Forever para averiguar en donde podíamos escuchar su música.

Para ser nuestro primer jueves con toda la intención de hablarle a un extraño no nos fue tan mal, pero debemos decir que esto ira mejorando con cada semana que pase.
Después de varias horas partimos a casa, con un gran sabor de boca, dolor de piernas, y un alcoholímetro librado gracias a que Paco, con toda la calma del mundo, dijo haber sido el conductor designado (que aquí entre nos, por supuesto fue una mentira).

martes, 3 de marzo de 2009

El primer lugar: King's Pub Loreto





Por supuesto no todo mundo está libre cómo nosotros desde las 6 de la tarde, así que ese jueves fatal Vaz nos dijo que si al plan, pero que salía del trabajo hasta las 9 de la noche. Después de varias llamadas tratando de decidir cual iba a ser el punto de reunión, quedamos de vernos a las 10 en el King’s Pub Loreto.

Es un lugar que ya nos era familiar, pero no habíamos regresado después de que le cambiaron de nombre. Al llegar hicimos un reconocimiento de mesas sin encontrar una cara conocida y por eso decidimos tomar un mesa cerca de la puerta para ver cuando llegaran Vaz y Paco. Ya estábamos completamente acomodadas cuando apareció Paco y nos dijo que ya tenían mesa.


La primera gran sorpresa de nuestro primer día fue que estaban en el ¡área de fumadores!, pero no es cualquier área de fumadores dónde te mandan a una terraza para que nunca te quites la chamarra por el frío que hace a esas horas en el sur de la ciudad, y lo tomes cómo penitencia por ser un humano que no contribuye al ambiente libre de humo. El área de fumadores está totalmente aislada por una puerta de cristal que permiten estar a gusto, con calor humano y sin chamarra y tiene grandes ventanales abiertos para que no se encierre el humo.

Pedimos la primera ronda: whisky, ron, vodka y una chela. La variedad enorme de chelas que tienen te hace parecer un inexperto en el tema de los fermentados de cebada, así que en realidad lo dejamos al azar y pedimos la primera que nos llamo la atención, la cual resultó bastante buena. Llegamos a contarle a Vaz y Paco nuestro macabro plan. Salir todos los jueves y probar diferentes bares. Su plan es diferente. Ellos saldrán todos los jueves a espiarnos y criticar nuestras habilidades de comunicación con extraños.

Había una banda en vivo, que por ser inadaptados fumadores no podíamos escuchar por la puerta de cristal que separaba nuestro espacio, sin embargo la música de ese lado estaba bastante buena, puros clásicos de Rock ochentero y noventero. Nuestros vecinos tenían toda la onda. En la mesa vecina había dos chicas que estaban muy divertidas platicando con otro cuate. A ellas nos acercamos para que nos tomaran la “foto oficial” de la inauguración de “que pinche tino tengo”. Por supuesto les tuvimos que tomar la foto a las chicas que tomaron la foto oficial, pero por mas que les enseñábamos la foto insistían en que tomáramos otra porque no les gustaba cómo salían, obviamente no se puede hacer mucho cuando una de ellas era prácticamente transparente. En la barra había dos chicas que nunca supimos si estaban esperando a que alguien se acercara a platicar o más bien solo iba a tomar una chela y contarse las penas. En la mesa de enfrente había 10 chicos que al parecer salieron de la oficina y se fueron a celebrar algo. Acabaron abrazándose uno al otro y ya saben... - yo soy tu cuate, hermano, te quiero... - y creo que por ahí dos se destaparon y con los alcoholes no pudieron disimular por mucho el verdadero amor que sentían por alguno de sus compañeros de trabajo.

Para ser el primer jueves, estuvo increíble, no logramos hablar con ningún desconocido pero fue porque la idea aun se estaba procesando. El siguiente jueves seguro habrá cosas nuevas que contar y por aquí les diremos en donde será la cita. Si alguien tiene sugerencias serán bienvenidas.

viernes, 27 de febrero de 2009

El inicio

Es jueves, son las 6 de la tarde y estamos en casa sin ganas de estar ahí. No hay nada bueno en el cine, el billar no nos llamó la atención, parecía que la lluvia se aproximaba por lo que el minigolf no era opción... aburridas, aburridas, aburridas.

Tomamos nuestros celulares y empezamos a buscar números de cuates que posiblemente se unirían al plan de una chelas tranquis o un juego de dominó. Mientras pasábamos por todos los nombres, y después de varias negativas con diferentes pretextos que iban desde mañana tengo clase a las 7 hasta el ¡qué hueva!, decidimos que si queríamos hacer algo, tendríamos que ser sólo nosotras dos.

Ir a un bar sonaba bien, ambas queríamos una chela, pero no decidíamos cual era el lugar adecuado para pasar nuestra tarde con la misma persona con la que habíamos pasado todo el día, pero ahora con una chela en mano.

Nos dimos cuenta que no tenemos un bar predilecto y que gracias a la "maravillosa" ley antitabaco, nuestras reuniones se habían vuelto mayormente caseras. Ahí fue cuando decidimos ir en busca del bar predilecto, ese lugar que cualquier jueves, cómo ese jueves, sea nuestra base para salir, cuando lo que queremos es no quedarnos en casa.

Y esta es la historia de la búsqueda de nuestro bar predilecto, y de nueva gente que no tenga clase de 7 o hueva de salir en jueves.